Soñar es representar en la fantasía imágenes o sucesos mientras se duerme, o discurrir
fantásticamente, dar por cierto y seguro lo que no lo es.
Yo salía, tu entrabas. Nos miramos más de diez segundos a los ojos sin decir nada. Aunque sabíamos lo que pasaba, eramos eternos imposibles. Y al final y al cabo, nunca llegaría a buen puerto.
Nuestras conversaciones parecían duraderas, como las lluvías de abril nunca terminarían.
Pero mentimos, se fueron disipando y llegó mayo.
Nuestras conversaciones parecían duraderas, como las lluvías de abril nunca terminarían.
Pero mentimos, se fueron disipando y llegó mayo.
Los años pasaron y nos fuimos alejando, cada vez un poquito más. Nuestros encuentro verbales eran anuales; yo te decía lo que me pasaba y tú me decías a quién amabas... y en ese instante las ilusiones volvían igual que las desgracías; las noches enveladas, los llantos y el pasado convertido en canción infantil.
No sabíamos bien porque necesitaba sentir tu voz o seguía guardando aquella foto de los dos. Te daba igual que hubiese pasado, ese no ensondecer que te dije cuando pronunciaste las palabras mágicas o aquel bebé insperado.
Dejaste todo por las dos aunque todo después fue complicado. Alguna vez las historias de princesas, carruajes y perdices se cumplen.
Los sueños son extraños, amargos, terribles como un café solo. Sin embargo, con la cantidad exacta de azúcar lo llena de algo increíble.
Eres una artista chica de la sonrisa perdida :)
ResponderEliminarque razon tiene la última frase :) que chula
ResponderEliminarME gusta mucho se nota que tienes talento ! ;)
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