Ayer llegue a casa. Los oídos me pitaban y tenía una extraña sensación agridulce mezclada con un nudo en el estomago que todavía sigue aquí. No sé porque que la gente quiere que todo sea tan difícil, quieren odiar a una persona que por lo mínimo quiso ¿porque gastar tan energía? y además haciendo daño a ella y a todo los presentes. Ayer me sentí demasiado rara porque tenía los nervios de un primer extraño, pero en este estreno nadie me miró.
Creo que no me merezco todo esto. Me imagino que odiar a una persona te corroe por dentro y te hace sentirte más mal a ti que a ella. Porque por lo menos a mi me cuesta girar la mirada cuando alguien te mira, día tras día, a mi me cuesta no hablar con una persona que dije que quería tanto, a mi me cuesta tratar a una persona como si no existiese, a mi me cuesta no hablar con alguien que competió tanto conmigo. A lo mejor un día, una semana porque hay mucha gente pero cuando las personas de disipan... no dirigir la mira a alguien del que supuestamente me hizo llorar de alegría, de tristeza, de nerviosos, de risa y que le di en algún momento todo lo que tenía.
Esa acciones me destrozan porque aunque odie que me traten como una princesita frágil. Tengo unos sentimientos de porcelana, que con cualquier movimiento se rompen y sangran.
Pero no sé, tendrá muchos motivos de peso.
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