Odio querer una persona. Lo tengo decidió, odio tener mariposas en el estomago por alguien; que ya no puedo amar porque lo decidí yo. Odio verlo por el instituto y buscarlo con la mira donde él me la deniega. Odio pensar que se arreglará y saber que no es verdad. Lo odio. Odio que se me estremezca el cuerpo y odio sentirme así. Sé que con el tiempo todo esto pasará. Espero no sentirme mas así, nunca más una vez y no más. No es un odio a los hombres y nunca más con ellos, si no, un no mas amores de domingos, de tardes de frió, de miradas cómplices y de sonrisa escondidas.
Odio querer a una persona de tal manera que sueño hablar con él.
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