El mundo da vueltas, sin esperar a nadie. Pero cuando eres pequeño tus padres paran su mundo o lo llevan mas lento para que tu lo empieces a seguir su ritmo. Paulatinamente el compás se acelera, tus pasos crecen como tus sueños. Sin darte cuenta, Peter Pan ya se ha quedado pequeño y tu osito de peluche decora tu habitación. Las palabras no son solo palabras y las sonrisas pueden tener un doble sentido. Te interesan cosas que nunca pensaste que te interesarían y parece que mucha de la inocencia que conocías a emergido junto a la Atlantica; pero sigues bailando por la calle (aunque la gente te mire), deseando que te cuenten una fabula donde todo termina bien y que te canten la canción de cuna que solías escuchar cuando no te podías dormir por las sombras. Tu seguirás creciendo eso es inevitables y sentirás las centrifugas vueltas del mundo sobre tu cabeza, pero sonríe al paso no te olvides de los pequeños detalles de tu infancia y la magia incrustada en una manzana roja, o un punto de luz en la pared o en la misma sombra. Muchas cosas te sobre pasaran, intenta que no puedan contigo, porque tu sabes que podrás con ellas; como cuando eras pequeña sabías que todo estaría bien estando en tu refugio de cojines y mantas.
Dentro de no muy poco tendré 17 años, y todavía me gusta dormir en la cama de mi madre cuando tengo miedo. Pero me doy cuenta que estoy creciendo y eso como siempre me repele. Todavía espero que venga un tal Peter venga a rescatarme de la madurez y que campanilla me rocié con su polvo, pensar en cosas bonitas y volar. Creo que fue le primer sueño que tuve, el de volar el de escapar de la trampa de la edad. Todos los niños desde pequeños han querido crecer yo era y soy un caso extraño no quería crecer quería ser pequeña para poder no tener problemas y poder comer todos los helados que quería sin pensar en cuantas calorías tiene.
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