domingo, 16 de mayo de 2010

Donde todo puede cambiar.

Rememore a una etapa de mi vida, como los pasteles de merengue, ya olvidada. Esos días eternos de lágrimas, televisión y azúcar. Los domingos de tristezas ingratas y pesadillas vivientes, donde no podía salir de un bucle de insensatez y sensibilidad. Ayer y hoy rememoré todo, pensé que no había solución para los sueños muertos. Respiré, pensé, volví a respirar y sonreí. Dije definitiva mente adiós a lo miedos, a las tristes mirada, a las eternos problemas sin solución ni enunciado, a los domingos edulcorados, a las tardes de lluvias con lágrimas en los ojos, a las discusiones infantiles y le dije hola a la alegría. Sé que todo cambiará, no sé donde estaré, ni como, ni cuando, ni porque. No sé si cambiaría por una persona. Solo sé que a partir de hoy se me conocerá por mi sonrisa .

1 comentario:

  1. Yo siempre te he conocido por tu sonrisa (y tus pechacos, por quitarle tensión al asunto).

    Me parece precioso. Y me alegra tanto leer este texto...

    Te quiero, chica feliz.

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